Incluye el cepillado de la lengua como parte de tu rutina de cepillado diario. Usa un cepillo de dientes con cerdas suaves y realiza movimientos suaves para limpiar la superficie de la lengua.
Considera el uso de un limpiador lingual o raspador de lengua. Estos dispositivos están diseñados específicamente para eliminar la placa y las bacterias de la lengua
Utiliza un enjuague bucal antimicrobiano o enjuague bucal diseñado para reducir las bacterias en la boca. Algunos enjuagues bucales también pueden ayudar a refrescar el aliento.
Bebe suficiente agua durante el día para mantener una buena hidratación. La saliva ayuda a limpiar naturalmente la lengua y reducir las bacterias.
El tabaco puede contribuir a la acumulación de placa en la lengua y aumentar el riesgo de problemas bucales. Evita fumar y masticar tabaco.
El consumo excesivo de alcohol puede contribuir al mal aliento y a la acumulación de bacterias en la lengua. Limita el consumo de alcohol y mantén una buena higiene bucal.
Consume una dieta equilibrada y saludable. Evita alimentos ricos en azúcares y carbohidratos simples, ya que estos pueden contribuir al crecimiento de bacterias.
Programa visitas regulares al dentista para chequeos y limpiezas profesionales. Los profesionales dentales pueden ofrecer orientación específica para mantener una lengua saludable.
Cambia tu cepillo de dientes cada tres meses o antes si las cerdas están desgastadas. Un cepillo en buenas condiciones es más efectivo para limpiar la lengua.
Además de cuidar la lengua, asegúrate de cepillar tus dientes al menos dos veces al día y usar hilo dental para mantener una buena higiene bucal.
Recuerda que una lengua limpia no solo contribuye a una mejor salud bucal, sino que también puede ayudar a prevenir problemas como el mal aliento. Si tienes inquietudes específicas o problemas persistentes, es recomendable consultar a un dentista para obtener asesoramiento personalizado.